miércoles, 31 de enero de 2007

( 15 ) - Los centauros Quirón y Folo

Los Centauros, cuya figura mitológica coincide con la por todos conocida (cabeza, busto y extremidades superiores de hombre, cuerpo y extremidades inferiores de caballo), vivían en las zonas limítrofes, en los bosques y en las montañas, lejos de los caminos frecuentados por los hombres, con los que se muestran generalmente hostiles. A esta concepción general de los Centauros se contraponen dos excepciones: Quirón y Folo. Quirón, al que Homero señaló como modelo de conducta moral, fue el tutor de héroes tales como Jasón, Acteón, Peleo y Aquiles, y fue también, como veremos, quien junto a Apolo adiestró a Asclepio en las artes de la Medicina. Por su parte, Folo aparece como el paradigma de la hospitalidad durante la cacería del jabalí de Erimanto que tuvo que realizar Heracles como uno de los doce trabajos llevados a cabo por encargo de Euristeo. En efecto, Folo ofreció al héroe carne asada y el vino propiedad común de los Centauros, pero, al olor de la carne y el vino, comenzaron a acudir una multitud de estos seres que, viendo que el vino que bebía Heracles era el suyo, entablaron una feroz lucha con el héroe que terminó con la huída de los Centauros, puesto que éstos no utilizaban otras armas más que las piedras o las ramas, y éstas no podían competir con las flechas disparadas por el arco de Heracles.

En el mundo de los Centauros, pues, existía una dualidad. Bárbaros y groseros (pobre la cazadora que frecuentara sola los montes habitados por ellos), también son educados y corteses; competidores de los hombres, a menudo son también el mejor amigo del héroe. En este sentido, los Centauros simbolizan los principios opuestos que para los griegos organizaban la sociedad: por un lado, el mundo de la cultura, las artes y la técnica; por otro, el mundo en su estado más natural, de tal forma que estos seres se constituían en una especie de cultura en estado salvaje.

Las representaciones de los vasos arcaicos expresan claramente su doble naturaleza. Mientras que todos ellos eran representados desnudos [1], con cabeza, busto y extremidades superiores de hombre, cuerpo y extremidades inferiores de caballo; Quirón y Folo [2] eran representados con cabeza, cuerpo y extremidades inferiores delanteras humanas a las que se añade una grupa de caballo, yendo vestidos con una túnica. De este modo, la propia representación subraya la ambigüedad del Centauro, el reparto de lo humano y lo animal.



[1] Simbolismo de naturaleza, de estado puro.
[2] Simbolismo de cultura, arte y técnica.

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